Yo soy una mujer fiel, paciente, pacífica, empática, sana y libre.
Mi experiencia con el entrenamiento transformacional se traduce en que se convirtió en mi estilo de vida. El haber elegido tomar el entrenamiento fue una excelente decisión ya que sané la relación con mi mamá, aprendí a ver el mundo y la vida desde la responsabilidad, me vi y reconocí todo mi ser y me amo por quien soy.
Inspiré a mi familia para que elijan entrenarse y son graduados al igual que yo, lo que ha permitido que exista unión familiar y que nuestras conversaciones sean directas y responsables. Hoy puedo decir que yo soy una mujer feliz y afortunada porque tengo claro el camino que quiero seguir, libre de miedos, ataduras, dolor y lleno de fuerza, amor, dedicación y valentía.
Les invito a entrenarse ya que no vale la pena, vale la vida entera.