El entrenamiento para mí se ha convertido en la llave maestra para abrir todas las puertas que tenía cerradas en mi interior, me ha permitido volver a encontrarme y convertirme en una mujer que ahora reconoce su valor, sabe cuáles son sus cualidades y sobre todo, saber que es merecedora de TODO lo que llega a su vida; porque es increíble cómo cambia tu entorno cuando comienzas a vibrar en una frecuencia diferente a la que estabas acostumbrado; tus relaciones mejoran, las oportunidades llegan para quedarse y puedes soltar lo que ya no suma y agradecer sin rencor por el aprendizaje que esto te dejó ; te das cuenta que el poder de la palabra es inmensurable.
Solía sentirme pequeña en el mundo y me comparaba cada día en absolutamente todos los aspectos con el resto a pesar de que muchos vieran algo en mí y es que yo no lograba entender qué era lo que el resto podía ver que yo no. Actualmente puedo reconocer mis capacidades, mi talento, mi potencial, amar mi apariencia, valorar lo que llevo en el corazón y ahora al mirarme frente al espejo puedo verme en grandeza y ver con orgullo y una gran sonrisa a esa líder que por fin dejó de ocultarse en la oscuridad, una líder que no hubiera salido a la luz sin la fuerza y el apoyo de todo el equipo de Metha y mi tribu: Akatsuki.
Entendí que el verdadero entrenamiento nunca termina porque es la vida misma; esa que nos coloca pruebas duras día a día que nos hacen cuestionar lo aprendido y juega constantemente con nuestra cabeza, pero estoy segura que todos los que hemos pasado por estas puertas ahora contamos con las herramientas para enfrentarla como verdaderos campeones.
Y es que lo increíble del entrenamiento no es únicamente el baldazo de agua fría lleno de realidad que te lleva a descubrirte y rediseñarte; sino también el encontrar una familia que siempre tiene los brazos abiertos para ti, te acompaña, escucha sin juzgarte, te habla con la verdad sin palabras que endulcen la situación y en especial te llena de amor cuando más lo necesitas… encuentras un nuevo hogar al que siempre es grato volver.